Hace ya cuarenta años
que vives lejos del sur
como el que va pal Rocío
iban calzaos de alpargatas
el corazón encogío
una copla en la garganta
como el que va pal Rocío
Ajuntando noche y día
un día por ver a mis viejos
me volví a Andalucía
y allí me llamaban forastero
amigos que antes tenía
II
Tengo una casita blanca
con el semblante de cal
cuando me encuentro sus llaves
yo la añoro con cariño
y me recuerda a mi calle
lloro lo mismo que un niño
cuando me encuentro sus llaves
las coplillas que cantaban
al pie de aquel lavaero
las mujeres que lavaban
y tú que me llamas forastero
conmigo siempre jugabas
III
No me llames forastero
que vas a hacerla llorar
su canastito de mimbre
con sentimiento y costura
con la mirá de una Virgen
iba durmiendo a la luna
en su canastito de mimbre
yo tiré una piedra al agua
y se fue al fondo sombrío
con la tierra que soñaba
y volvio a su cauce y a su río
el agua que salpicaba
IV
Tengo un corazón que anda
al paso de una hermandad
quiero escuchar sus tambores
cuando pase el nazareno
llamame pa que no llore
y aunque esté lejos el pueblo
quiero escuchar sus tambores
y mi madre me llamaba
verde y blanco era el pañuelo
pa secarme yo la cara
y tú que me llamas forastero
la viste de la ventana
ESTRIBILLO:
No me llames forastero
que yo ne nacío andaluz
y to el que nace andaluz
lleva un pellizco por dentro
aunque esté lejos del sur
que vives lejos del sur
como el que va pal Rocío
iban calzaos de alpargatas
el corazón encogío
una copla en la garganta
como el que va pal Rocío
Ajuntando noche y día
un día por ver a mis viejos
me volví a Andalucía
y allí me llamaban forastero
amigos que antes tenía
II
Tengo una casita blanca
con el semblante de cal
cuando me encuentro sus llaves
yo la añoro con cariño
y me recuerda a mi calle
lloro lo mismo que un niño
cuando me encuentro sus llaves
las coplillas que cantaban
al pie de aquel lavaero
las mujeres que lavaban
y tú que me llamas forastero
conmigo siempre jugabas
III
No me llames forastero
que vas a hacerla llorar
su canastito de mimbre
con sentimiento y costura
con la mirá de una Virgen
iba durmiendo a la luna
en su canastito de mimbre
yo tiré una piedra al agua
y se fue al fondo sombrío
con la tierra que soñaba
y volvio a su cauce y a su río
el agua que salpicaba
IV
Tengo un corazón que anda
al paso de una hermandad
quiero escuchar sus tambores
cuando pase el nazareno
llamame pa que no llore
y aunque esté lejos el pueblo
quiero escuchar sus tambores
y mi madre me llamaba
verde y blanco era el pañuelo
pa secarme yo la cara
y tú que me llamas forastero
la viste de la ventana
ESTRIBILLO:
No me llames forastero
que yo ne nacío andaluz
y to el que nace andaluz
lleva un pellizco por dentro
aunque esté lejos del sur
Rebuscando entre las cosas, que guardo con mas cariño. En un libro me encontre, una foto en blanco y negro de cuando yo era un niño, mi pantalón de remiendo con mi aro y mi flequillo. Hay que ver, como pasa la vida y el tiempo, Dios mío hay que que ver, otra vez he sentio por dentro ganas de volver ya es tarde y no puede ser. Quien pudiera volver a desandar otra vez el camino, madre mía, quien pudiera volar y escaparse, quien pudiera volver y quedarse para siempre en Andalucía. El jarrito y la tinaja, mi gente y sus buenos días. Hoy la lluvia en el cristal, del recuerdo me arrancaba que el panadero venia con su carro y sus canastas pan de leña repartía. Ya lo sé, que mis nietos no son de mi tierra, de sobra lo sé, que me quedo solito en mesa si hablo de volver ya es tarde y no puede ser. Cuantas noches me despierto buscando la luz del día. Que bonito es despertar y asomarse a una ventana con el sol recién salido, que bonita es la mañana del sitio donde has nacido. No pue ser, no te acuerdes de aquella mañana, que no puede ser, no te acuerdes de aquella ventana y no mires el té que ya es tarde y no puede ser. En silencio repasaba las hojas del viejo libro. En la pagina 110, gastao de tanto cojerlo, que casi no se veía, un billete en blanco y negro de regreso a Andalucía. Otra vez, he soñao que estaba despierto, y me desperté, otra vez cuando iba corriendo y he perdio el tren, quien pudiera dormirse otra vez.
Los temas que aparecen en las canciones se refieren a la nostalgia y a la pérdida de identidad. Los emigrantes se sienten tristes al pensar en su tierra como un lugar feliz de la infancia donde los objetos (la tinaja, el botijo, la casita encalada) y las costumbres (el lavadero, el panadero con su carro, el nazareno, los tambores de las procesiones) les recuerdan el pasado en el pueblo, las relaciones con los vecinos y amigos.
Los emigrantes sienten la tristeza de la pérdida y un nuevo sentimiento: "ser forastero" del lugar donde naciste. Este sentimiento de soledad se refleja en las coplas y canciones porque reivindican que, a pesar de los años transcurridos fuera de Andalucía, ellos siguen sintiéndose andaluces ("to el que nace andaluz lleva un pellizco por dentro, aunque esté lejos del sur").
La pena de la emigración es también la pérdida de las raíces: las nuevas generaciones han cambiado en su forma de pensar y de sentir: "mis nietos no son de mi tierra".